jueves, 31 de diciembre de 2009

La villa de PERA Oreinis en Chipre

(Imagen Nº 1: Escudo de la villa de PERA Oreinis-Chipre).
(Imagen Nº 2: Localización geográfica de la villa de PERA Oreinis-Chipre).
(Imagen Nº 3: Capilla de San Jorge de PERA Oreinis).
(Imagen Nº 4: Valle de PERA Oreinis, llamado Dkio Pampoula).
(imágenes tomadas de:
http://www.peraorinis.org)

Ubicada en el Distrito de Nicosia, ciudad capital de la Chipre griega, podemos hallar la villa PERA Oreinis u Orinis (o como simplemente la llaman los lugareños, PERA). Esta villa chipriota, se encuentra localizada en los ex dominios territoriales de la antigua ciudad-estado de Tamassos, mencionada según argumentan algunos historiadores, en el poema "La Odisea" del genial Homero, quien en dicha misma obra relata la existencia de una ciudad chipriota llama Temesi, de la que además ofrece la referencia de que es productora de cobre, característica especial que hasta la actualidad mantiene Tamassos; por lo que sin duda, la Temesi de Homero es la Tamassos de nuestros días.

La villa de PERA Oreinis, se sitúa a escasos 18 km. al sur de Nicosia, y se encuentra a una altitud de 400 m.s.n.m., siendo una de las villas antiguas más grandes y mejor conservadas en la zona antigua de Chipre. La ciudad está enclavada en la margen derecha del río Pediaios, por lo que algunos historiadores afirman que el nombre de la misma deriva del nombre de dicho río; aunque existen referencias históricas muy antiguas (que datan del siglo I d.C.), que describen la existencia en dicha misma zona, de un suburbio de la ciudad-estado de Tamassos y que se hallaba a cierta distancia del río Pediaios, llamado Perati (dicha alusión se indica en los escritos relativos a la vida de San Irakleidios -primer Obispo cristiano de Tamassos-). No obstante, lingüístas chipriotas modernos refieren que el nombre Perati, podría hacer alusión a una expresión común que indicaría "más allá de", quizás significando "más allá de la montaña", lo que es una hipótesis lingüística aún no corroborada en modo absoluto, pero que tiene un fuerte asidero en consideración a su etimología. Es para la Edad Media, que se puede encontrar una referencia exacta al nombre de esta villa en la crónica del historiador medieval de origen chipriota Leoncio Machaira (Leontios Makhairas), quien se refiere a la misma con idéntico nombre: PERA Oreinis, relatando el periodo de tiempo vivido baja el dominio de los francos en Chipre, y en particular, en el feudo de Tamassos entre los años 1191-1571. Desde aquellos tiempos, la villa de PERA Oreinis fue un barrio residencial o suburbio de la ciudad-estado Tamassos; el gentilicio para los habitantes de esta villa es Peratites.

La región se encuentra dominada por dos mesetas y montañas, por lo que siendo la zona montañosa de Chipre, se diferencia de la zona baja de Mesaoria. En esta característica, podríamos hallar otra posible explicación histórico-lingüística al nombre de esta villa; PERA (en griego Πέρα) podría devenir del vocablo griego πετρos (en castellano, piedra), que expresaría precisamente la característica esencial del terreno sobre el que se asienta la villa de PERA Oreinis, la de tener una geografía plagada de rocosidades y peñascos. Aquí se debe tener en cuenta, que la filología y onomástica toponímica han demostrado que una gran cantidad de nombres arcaicos de pueblos, aldeas, villas o ciudades refieren expresamente las características de la geografía sobre la que se ubican los mismos, tal vés como una forma fácil de recordar dicha nomenclatura. Siendo así, vemos que la villa PERA Oreinis compartiría la misma historia de formación onomástica con otras toponímias PERA en países como Portugal y España, donde comúnmente se ha nombrado a villas y aldeas así, por encontrarse situadas sobre terrenos pedregosos.

Otra posibilidad lingüística, indica que la nomenclatura PERA derivaría de un término del antiguo griego para referir "en el extranjero" o "el extranjero", quizás en alusión a su ubicación territorial, dentro de la misma isla, recordemos que hace algunos siglos Chipre se encontraba dividida en ciudades-estado, tal como Grecia por lo que fácilmente los habitantes de ciudades-estado vecinas de PERA, podrían haber llamado a dicho asentamiento de tal modo.

Entrando un poco en la historia de esta villa, en la misma se han hallado restos arqueológicos que datan de épocas de la Edad de Bronce (que para el caso de Grecia y zonas aledañas como Chipre, es alrededor del año 3000 a.C.), por lo que se puede apreciar que dicho territorio ha sido habitado desde tan antiguos tiempos. Se ha confirmado que algunos de los dioses más importantes adorados por los habitantes de dicha zona eran: Artemisa (hija de Zeus, y diosa virgen de la caza, los animales y las tierras agrestes y los partos; por lo que se le asoció luego como diosa de la fertilidad); Afrodita (diosa del amor, la lujuria, la belleza, la prostitución y por ende, de la reproducción); Apolo (hermano de Artemisa, dios de la luz y el sol) y Asclepio (dios de la medicina). Por todo ello, podemos ver que en base a sus deidades referentes, los pobladores de la antigua villa PERA Oreinis adoraban principalmente a dioses relacionados con la salud (fertilidad, procreación, amor, medicina, etc), y quizás esto halle una explicación, en la baja densidad poblacional que pese a ser una villa de agricultores mantuvo PERA por algunos siglos, se tiene conocimiento que esta villa estuvo por largo tiempo ocupada tan solo por escasas diez familias, las que con el tiempo llegaron a contar con poco más de mil doscientos pobladores.

La profunda religiosidad cristiana ortodoxa actual de los Peratites, se evidencia en que dejaron atrás el politeísmo, para pasar a adoptar como única religión el cristianismo, conviertiéndose en el primer territorio gobernado por un cristiano, luego de la prédica de los ex discípulos de Jesús de Nazareth, San Pablo y San Bernabé. La villa de PERA Oreinis, conserva en sí muchos edificios antiguos construidos por asentamientos que datan de varios siglos atrás, los cuales revisten gran importancia para la historia y cultura de la zona media de Chipre, algunos de esos edificios son la Iglesia de Panagia Odigitria, el viejo molino, el Parthenagogion y el Arenagogion; últimamente ha podido ser restaurada a su vez, la capilla dedicada al patrono máximo de la villa, San Jorge de PERA Oreinis. PERA Oreinis ha sido descrita como una de las pocas villas chipriotas que no han sufrido cambios arquitectónicos debido a la llegada de la modernidad, la gran mayoría de las casas han sido construidas de ladrillos de barro reforzados con piedras de río, mostrando grandes jardines internos.

Con la llegada del dominio turco en la zona (1570-1878), la villa de PERA Oreinis vio restingida su libertad tal como los demás territorios de Chipre. No obstante, la primera escuela en la región se estableció en dicha villa gracias a la generosidad de Hadji-Theodoulos Andreadis, un nativo de PERA Oreinis, que se estableció como comerciante en Egipto y que regresó para ayudar al desarrollo de su pueblo natal. Asimismo, Ioannis Tzovanakis quien fuere maestro de aritmética de dicha escuela, creó la primera bandera nacional hecha de tela totalmente blanca, en la que puso la inscripción "Escuela de PERA, Patria y Libertad" en letras de color negro, tras lo cual la izó en lo más alto de la escuela atada a un palo de grueso bambú, acto que no agradó al administrador turco del distrito, quien le ordenó suprimir inmediatamente los términos Patria y Libertad.

Sin lugar a dudas, un punto a destacar es que la lengua dominante en Chipre ha sido por siglos el griego (actualmente en el norte del país, el árabe turco es la lengua principal), por lo que comparte ello mismo con el territorio del antiguo Imperio Bizantino, que antes de su instauración fue territorio de colonos griegos. Resulta interesante poder hacer un paralelismo en tanto que como he mencionado en una "entrada" anterior, cuando los griegos dominaban el territorio que a la postre conformó parte del Imperio Bizantino, denominaron como PERAN EN SYKAIS o SYKAIS PERAN (en castellano, el campo de higos en el otro lado), al territorio ubicado al otro lado del Cuerno de Oro; siendo que al referirse al "otro lado”, los habitantes de dicha zona hacían referencia al terreno que estaba cruzando el estuario del Cuerno de Oro. En ese orden de ideas, la nomenclatura griega PERAN aludía o hacía referencia a la frase "al otro lado", y muy probablemente sea de aquel término de donde deriva la nomenclatura PERA que después sería utilizada para designar a aquel territorio ubicado tras el cruce del Cuerno de Oro; es decir, cruzando el estuario. En ese sentido, encontramos ahora la utilización de un vocablo semejante "PERA", para indicar "más allá de" lo que conceptualmente mantiene el mismo sentido que "al otro lado"; PERA > PERAN = "más allá de" > "al otro lado", este simple ejercicio lingüístico nos revela entonces los puntos de conexión no solo fonéticos y ortográficos entre ambos términos, sino además semánticos entre ambos vocablos procedentes del griego antiguo, lo que sin duda es un aporte fundamental para comprender que en todos los territorios donde fue hablado el griego antiguo, existió la posibilidad de la instauración de una toponimia con base en la palabra PERA. No cabe duda, que en ambos casos el vocablo PERA sirvió para referir a aquellos territorios que se hallaban situados cruzando o más allá de algo (una ensenada en el primer caso, una montaña en el segundo) y he ahí una de los posibles modos de formación etimológica de dicha onomástica toponímica.

Es así, que encontramos esta nueva toponímia que utiliza la palabra PERA para sí, y aunque esta vez es en Chipre, ello abre una nueva puerta en tanto la dilucidación de los orígenes del apellido PERA para cada familia que lo porta como tal. Nuevamente, extiendo al lector la búsqueda de sus raíces familiares, para que a través de las mismas pueda guiar de mejor modo la investigación sobre el origen de su apellido.

sábado, 31 de octubre de 2009

Un apellido ligado al mar

(Foto Nº1: Localización de la playa PERA Yialos en las isla griega de Astypalea.)
(Foto Nº2: Vista de la playa PERA Yialos)

Pocas familias pueden decir con certeza, que un elemento exógeno a las mismas, se encuentra pese a ello, tan vinculado a estas como un familiar más. En el caso de mi familia (PERA), ese elemento es sin duda alguna, el mar.

Desde hace al menos unas doce generaciones, es decir, desde medidados del siglo XIV, mi familia se ha dedicado a las labores marítimas y de comercio en ultramar. Viajes alrededor de las costas de casi todo el mundo (Europa, América, África y Oceanía) así lo confirman, lo que me genera la seguridad del poder decir, que para mi familia, el mar es como un pariente, uno de los más queridos, el único que nos ha acompañado por casi cerca de quinientos años. Ahora toca el turno de hablar, de una playa griega que lleva como nombre: PERA Yialos (nuevamente el binomio: familia PERA-mar).

La playa PERA Gialos, se encuentra ubicada en Astypalea, una de las doce islas del archipiélago del Dodecaneso, en el mar Egeo, actualmente en Grecia. No deja de interesar, que dicha isla (Astypalea), cuando estuvo bajo el dominio de Caria (reino de la actual Turquía), fue llamada Pirra, término muy parecido al latín Pirum (en castellano PERA), lo que quizás nos dicta el hilo por dónde desenredar el nombre actual de dicha playa.

La misma, es una playa de aguas claras y apacibles, perfectas para nadar y practicar el snorkel. Alrededor de esta, existen numerosos café's y antiguas tabernas, en las que se puede degustar lo mejor de la comida marina y bebidas típicas de la zona, siendo un perfecto lugar para el relax y el descanso. Además, cuenta con un museo arqueológico en las cercanías, en el cual se puede mostrar la historia de la isla, así como muestras de los primeros asentamientos y entierros, múltiples artefactos bizantinos que datan del siglo VI, etc.

Es así, que no solo en Portugal o España, podemos encontrar playas con el nombre PERA. Vemos que en lugares tan distantes como en las islas del Egeo griego, también es posible hallar esta nomeclatura para una de las playas más impresionantes de la región, por lo que nuevamente se une el elemento mar, al apellido PERA, pareciendo estar dicha unión indisoluble.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

El 125 aniversario del natalicio de don Antonio Francesco PERA Mariátegui

(Fotografía de don Antonio Francesco PERA Mariátegui, año aprox. 1910)

Tal como al principio de este mes, que ofrecí una breve reseña biográfica de mi tío don César Antonio PERA Balestra con motivo de su centenario, hoy 30 de setiembre de 2009, efectuaré otra reseña biográfica respecto al primogénito de la familia que conformaron mis bisabuelos: don Antonio PERA y doña Francisca Mariátegui, con motivo del 125 aniversario del natalicio de éste.
Mi tío-abuelo, don Antonio Francesco PERA Mariátegui, nació el 30 de Setiembre de 1884, tal como todos sus hermanos, en altamar. Como he referido en anteriores "entradas", mi bisabuelo Antonio PERA Piccone era dueño y Capitán del barco velero "San Remo", con el cual realizaba labores de comercio ultramarino alrededor de buena parte del mundo (América del Norte, Centro y Sur, Europa, Medio Oriente y por la costa occidental de África), por lo que al no tener domicilio fijo en tierra, vivía con su esposa en su barco. Es por ello, que todos sus hijos nacieron en las llamadas "aguas internacionales" o altamar, que como he indicado antes, la llamada Convención de Derecho del Mar refiere que el "libre mar" se constituye por aquellas zonas marítimas que no se encuentran incluidas ya sea en la zona económica exclusiva, en el mar territorial o en las aguas interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de los conocidos como Estados archipelágicos), por lo que altamar es considerada como patrimonio común de la humanidad. Debo indicar asimismo, que en el Art. 91º de dicha Convención se manda lo siguiente: "Los buques poseerán la nacionalidad del Estado cuyo pabellón estén autorizados a enarbolar"; en ese sentido, el velero de mi bisabuelo ("San Remo") al enarbolar la bandera del aún Reino de Italia (puesto que Italia recién se hace República en el año 1946) tenía para las normas del Derecho Internacional la calidad de territorio italiano, por lo que habiendo nacido mi tío-bisabuelo en dicho barco, mientras el mismo navegaba en aguas internacionales, le correspondía en aplicación de las normas internacionales -aún vigentes-, la nacionalidad italiana, tal como a cualquier sujeto nacido en el propio suelo continental italiano.

No obstante ello, el alumbramiento de todo nacido en ultramar o en una nave aérea (evento para el cual se prevé la misma circunstancia) debe ser inscrito en el registro de nacimientos de la ciudad donde el barco o aeronave efectúe una escala. Por aquel año, 1884, mis bisabuelos tenían poco más de un año de casados y se encontraban navegando las costas sudamericanas del Océano Pacífico, dando la coincidencia que se encontraban cerca del que hasta hace pocas décadas fuera uno de los más importantes -si no el más importante- puerto de la costa norte peruana, el Puerto de Paita (actual tercer puerto del Perú), localizado en el Departamento de Piura, ciudad portuaria que acogería a insignes personajes tales como el "Caballero de los Mares" don Miguel Grau Seminario y el Libertador don Simón Bolívar y su consorte doña Manuelita Saénz Aispuru.

Es así que mis bisabuelos decidieron registrar a su primer hijo (o primogénito) en dicha ciudad -tan importante para el comercio marítimo peruano hasta mediados del siglo XX-, tras lo cual mi tío-abuelo obtuvo desde su nacimiento y registro terrestre la doble nacionalidad, italiano-peruano. Dicho registro se dio primero en el registro bautismal de la más antigua iglesia del puerto, la famosa Iglesia "San Francisco de Asis de Paita" -denominada a su creación como "San Francisco de Paita de Buena Esperanza", que es el nombre del Santo Patrón de la misma-, ello el día 11 de Diciembre de 1884 (cuando Antonio Francesco contaba ya con dos meses y días de nacido), siendo bautizado por el Presbítero Pedro Rubio Mesía, y siendo sus padrinos de bautismo los paisanos de mi bisabuelo, el matrimonio italiano conformado por don Bartolomé Nicolini Ravenna y doña María Castagnino de Nicolini. Al día siguiente, el 12 de Diciembre del mismo año, sería don Bartolomé Nicolini Ravenna quien tuviere el encargo de inscribirlo en el registro civil del puerto consignándole como nombre simplemente Antonio PERA Mariátegui. Dicha equivocación daría como anécdota que el 17 de Diciembre de 1929 (a los 45 años de edad) mi tío-abuelo viajara a Paita a efectuar el pedido de rectificación de su partida de nacimiento civil ante el Inspector del Estado Civil del Concejo Provincial de Paita, a quien le dirigió una carta en la que le sustentó el pedido de rectificación ofreciendo como testigos de que el real nombre que le fuere impuesto por sus padres fue Antonio Francesco, y no únicamente Antonio, dichos testigos fueron don J. Adolfo Valdez y don Braulio Panta García. Dicha solicitud fue inmediatamente admitida por el citado inspector civil, y en virtud de ello se enmendó la partida de nacimiento de mi tío-abuelo, quedando desde entonces sentado, que su nombre completo era Antonio Francesco PERA Mariátegui.

Desde muy joven, tuvo que encargarse de cuidar a sus hermanos menores, habiéndo quedado huérfano de madre en el mes de Agosto de 1899, con apenas 14 años de edad, por lo que no solo tuvo que acudir a la ayuda de su padre en el negocio familiar como aprendiz de marina en conjunto con su hermano menor (mi abuelo) don Cesare Umberto PERA Mariátegui -de 12 años-, sino además en las labores de la casa que por aquellos años alquilaban en la Provincia Constitucional del Callao, primer puerto de la República del Perú, así como a cuidar a sus hermanos menores, la más pequeña de tan solo año y medio de nacida. Con el paso del tiempo, la pérdida de la madre uniría más aún a la familia PERA Mariátegui, el amor y abnegación tanto del padre con los hijos como de los hijos al padre era evidente, palpable y en base a ello, es que pudieron salir adelante, en un país en el que no tenían parientes y no hablaban bien el idioma nacional (puesto que en casa se comunicaban usualmente en dialecto genovés o italiano).

Es a mediados de la década de 1910, que mi bisabuelo se retiró del recio y laborioso trabajo de mar, al igual que mi abuelo, y desde entonces el barco de la familia, el velero de cuatro mástiles "San Remo", fue cedido por ambos y pasó a ser de propiedad de Antonio Francesco, quien desde aquel momento se convirtió en el nuevo Capitán PERA -y con él inició la penúltima generación de marinos en la familia, con siete generaciones en su haber-. Pronto don Antonio Francesco conoció a la que años más tarde se convertiría en su esposa, la Srta. Saba Elvira Durán Joffré, con la que contrajo nupcias el día 04 de Enero de 1911, en acto ceremonial religioso celebrado por el Presbítero Antenor Camacho en la Iglesia de San Pedro en Lima, y refrendado luego a través del matrimonio civil realizado en la Municipalidad de Lima en la misma fecha. Con Saba Durán Joffré tuvo cuatro hijas: María Saba Elvira, Hilda, Suzel y Elsa; de la cuales por lástima ninguna tuvo descedencia.

Al quedar Antonio Francesco al absoluto mando del velero familiar "San Remo" y habiéndose casado, decidió asociarse con su concuñado, el Capitán Guillermo Wriedt -esposo de Orfilia Durán Joffré-, quien también poseía un velero. Dicha sociedad PERA-Wriedt, se conformaría no solo por los lazos de parentesco, sino por una gran estima y admiración mutua respecto a la labor que ambos realizaban como marinos mercantes, por lo que decidieron que la mejor manera de crecer en el negocio del transporte marítimo interocéanico de carga (y excepcionalmente uno que otro empresario, comerciante o aventurero), que para aquel momento venía siendo copado por las grandes empresas trasnacionales que trabajaban con buques a vapor, que eran más veloces y tenían más capacidad de carga, era el asociarse y trabajar en conjunto como una única firma, y así lo hicieron. Así pasaron varios años, en los que el nuevo Capitán Antonio F. PERA surcaba los mares Pacífico, Atlántico y Mediterráneo predominantemente, llevando y trayendo mercancías que distribuía por los diferentes puertos de las costas Europeas, Africanas, Americanas y del Medio Oriente, hasta que como ya he referido en una "entrada" anterior, la nefasta administración del presidente de facto Luis M. Sánchez-Cerro, haciendo uso de una política completamente irracional, racista y anti-inmigracionista, decretó la usurpación y en la práctica robo gubernamental para su "nacionalización" de todos los negocios de inmigrantes italianos, ingleses, japoneses, alemanes, chinos, franceses, etc. incluso llegando a expulsar a una buena cantidad de dichos inmigrantes del territorio nacional. Así, ambos bergantines propiedad de PERA & Wriedt fueron expropiados a sus legítimos dueños, y fueron pronto "nacionalizados" para hacer que realizaran labores para las cuales no habían sido construidos. El velero propiedad de don Antonio Francesco PERA Mariátegui fue utilizado para cargar carbón, transportarlo y distribuirlo por todos los puertos de la costa nacional peruana, hasta que finalmente y debido a una sobrecarga -producto de un uso inadecuado de la nave- fue penosamente hundido algunos meses luego de dada su expropiación. Si en ello algún único consuelo se pudo hallar, fue que mi bisabuelo don Antonio PERA Piccone -primer dueño de dicho velero- patriarca familiar en el Perú de la familia PERA, ya había fallecido en el año 1919, por lo que no tuvo que pasar por el inmenso dolor de ver a su querido "San Remo" siniestrado y hundido por la estupidez de un presidente nefasto para la historia peruana.

Expropiado el velero familiar, Antonio Francesco no pudo continuar trabajando en aquello que fue su pasión desde muy niño, el hacerse a la mar y viajar hacia el infinito con el vaivén de las olas, la suave brisa marina en el rostro y el horizonte por delante. Por ello, su hermano menor -mi abuelo Cesare Umberto-, le ofreció hacerse socio de él en un negocio de café, comercio en el que había ingresado para escasos años antes del inicio de la década de 1910. Es así que mi abuelo puso fin a la sociedad que tenía con su paisano, el italiano Giovanni B. Mazzi, con el cual había fundado el "Café Chanchamayo", para pasar a fundar el que con los años se hiciera famoso por la calidad de sus productos, el "Café PERA". El "Café PERA" fue una empresa que se dedicó exclusivamente al comercio del mejor café producido en la zona central del Perú, en la llamada "ceja de selva" y particularmente de Chanchamayo. Se abrió un local en el centro de la ciudad capital, Lima, en el que se ofrecía el servicio de venta al por mayor y menor de café, así como fiel al estilo de las pulperías italianas asentadas en el Perú, se dispuso dentro del mismo establecimiento un pequeño lugar que sirviese como tostaduría de café y como panadería en la que todos los trabajadores de la zona y público en general de alrededores, podían degustar los mejores y más selectos tipos de café del mundo.

Algunos años transcurrieron, trabajando ambos hermanos en total sincronía, armonía y cordialidad, como siempre lo hicieron desde pequeños, con los altibajos típicos de todo negocio, pero en general produciendo rentas que les permitía vivir con cierta tranquilidad ya en los postreros años de sus vidas. Cabe recordar aquí, que la esperanza de vida de los peruanos para el año 1940 era ostensiblemente menor que la actual, por lo que una persona de más de sesenta años era ya considerada prácticamante un anciano, y por lo mismo no era nada común y se esperaba que no superáse los 70 años de vida. En el mes de Enero de 1947, murió sorpresivamente mi abuela, Jeane Balestra Pastorelli, hecho que significó un muy agudo pesar moral, anímico y hasta físico para mi abuelo, lo que también afectó enormemente según referencias familiares a Antonio Francesco. Ante los acontecimientos de la muerte de mi abuela y el desgano para la regencia del "Café PERA" de mi abuelo como consecuencia de ello, así como por el auge y proliferación de cafeterías en la ciudad de Lima, el "Café PERA" fue declinando en ventas hasta que no pudiendo hacerse cargo del negocio ni Antonio Francesco ni Cesare Umberto por temas personales, decidieron cerrarlo, y poner punto final a una empresa que por años fue el sustento de la familia.

Poco tiempo después, la fatalidad asolaría nuevamente a la familia. Tan solo cuatro escasos meses luego de la muerte de mi abuela, moriría mi tío-abuelo don Antonio Francesco PERA Mariátegui a las 08.00 a.m. del día 18 de Mayo de 1947, y le seguiría la última hija de este, Elsa PERA Durán de tan sólo 21 años de edad, quien falleció dos días después de la muerte de este último, por complicaciones cardíacas que según referencias familiares se vieron agudizadas ante la sorpresiva muerte de su padre. Con ello, el año 1947 fue absolutamente fatídico para la familia PERA, pues no solo se sintió la irreparable pérdida de Jeane Balestra esposa de Cesare U. PERA, sino por la sorpresiva muerte tanto de Antonio F. PERA y de su hija Elsa PERA Durán, en un lapso de tiempo de no más de cinco meses.

Hoy, 30 de Setiembre de 2009, mi tío-abuelo Antonio Francesco PERA Mariátegui cumpliría de estar vivo nada menos que 125 años de nacido. Dedicó su vida a la pasión de la familia, el trabajo marítimo como comerciante, a los viajes interminables en océanos turbulentos, viajando y conociendo cada rincón del mundo conocido para ese entonces, y dejando tras su muerte, una larga estela de experiencias, tanto agradables como aciagas. Falleció a los escasos 62 años de vida, dejando una viuda y cuatro hijas que por siempre lo idolatraron y tuvieron en la máxima de sus consideraciones emocionales, cosa que personalmente pude corroborar cuando visité a la última de sus hijas vivas, mi tía Suzel PERA Durán, en el año 2001 (54 años después de la muerte de su padre) y lo primero que observé al ingresar a su departamento, fue una inmensa fotografía de poco menos que un metro de ancho por uno de largo de su padre, ahí mismo, en el centro de la pared de la sala, dándole la bienvenida a todo aquel que allí ingresara. Como he referido, lamentablemente mi tío abuelo Antonio F. no tuvo descedencia por parte de sus hijas, pues ninguna tuvo un hijo o hija por lo que su línea de parentesco murió con él. Por ello, yo como sobrino-nieto me siento en la obligación de rendirle este homenaje no solo en mi nombre, sino en el de toda la familia, que lo recuerda con aprecio, admiración y respeto por haber tenido una vida honesta, digna, de trabajo y siempre buscando la mejora en todo orden de su familia. Un homenaje que como siempre, es a mi manera.

¡Buon compleanno 125 zio Antonio Francesco, buon compleano!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El centenario del natalicio del primogénito PERA

(Foto de Don César Antonio PERA Balestra, ciudad de Lima, aprox. 1955)

Resulta que hoy es una fecha especial en mi familia, aunque quizás seamos pocos los que lo recordemos, aunque lo importante es que al menos alguien lo haga, como todo en la vida. Como reza el título de esta “entrada”, hoy 09 de Setiembre de 2009, mi tío (hermano de mi padre) Don César Antonio PERA Balestra (César PERA II) cumpliría de estar en vida nada menos que 100 años, un siglo de nacido; y siendo costumbre en mí, encuentro esta como la mejor forma para rendirle un pequeño homenaje aprovechando su centésimo aniversario de nacimiento.

César Antonio nació a las seis de la tarde del jueves 09 de Setiembre de 1909, siendo el primogénito de la familia formada apenas un año antes, en 1908, por Don Cesare Umberto PERA (César PERA I) y Doña Jeane Balestra. Al ser el primer hijo de la pareja, y mas aún siendo varón en épocas en las que este hecho pesaba mucho mas de lo que actualmente, es innegable que desde su nacimiento fue cubierto por el amor de toda la familia, ya que además no solo era el primer hijo en nacer de esta unión, sino también el primer nieto de Don Antonio PERA Piccone, y primer sobrino de los hermanos tanto por la rama PERA, como por la rama Balestra. Es indudable entonces, que desde su alumbramiento César Antonio pudo disfrutar del pleno amor y algarabía familiar por la venida de un nuevo miembro. Desde muy joven, mi tío César demostró ser en extremo aplicado en los estudios, y mas que eso, con singulares dotes intelectuales tanto para los números como para las letras. A decir de muchos que lo conocieron, tenía una gran capacidad analítica, conjugado ello con una vocación temprana por el estudio de diversas ciencias, las cuales en su mayoría investigaba de modo autodidácta.

Terminó el colegio a los dieciseis años y tiempo después se enroló en la Marina Mercante del Perú, en la que serviría por algunos años. Su vocación, como he mencionado, siempre fue el estudio de las diversas ciencias; no obstante, dado el imperativo de la añeja costumbre familiar PERA de desarrollar una vida en relación directa con el trabajo de mar (ello ya que por mas de siete generaciones los varones PERA se ganaron la vida como mercaderes marinos), César A. tomó la decisión de continuar con dicha costumbre, y con ello hacer honor a sus antepasados, siguiendo la instrucción marina, con la que luego de graduaría como Tercer Oficial de la Marina Mercante. Aquellos eran años difíciles en el mundo, el periodo de la entreguerra o interbellum había generado una depresión en los países occidentales tanto en lo económico como en lo social, el mundo acababa de ser testigo de los horrores de la Primera Gran Guerra, y los efectos tras la misma se empezaban a sentir con el Crack y depresión de la economía estadounidense, el colapso de la economía europea, y el surgimiento de nuevos sistemas políticos los mas instaurados con sangre y lágrimas, tales como la Revolución Rusa, el auge del Comunismo y Fascismo, la Guerra Civil Española, etc., hechos que sin duda marcaron toda una época en la generación que vio ante sus ojos esta seguidilla de eventos trascedentales en la historia de la humanidad.

Sin lugar a dudas, César A. fue parte de una generación que vivió y pudo conocer de cerca lo que es vivir en un mundo convulsionado, cambiante y en constante trasgresión de los parámetros que en todo orden se estaban rompiendo para formar nuevos, los de la llamada Posmodernidad. Por todo ello, no es difícil imaginarse la situación de incertidumbre socio-económica con la que tuvo que lidiar César A. en sus primeros años de vida adulta. Una vez finalizado su paso por la Marina Mercante, cursó estudios universitarios de ingeniería en la reconocida Universidad Nacional de Ingeniería del Perú, con lo que al poco tiempo se convertiría en ingeniero, el primero de la familia. Años mas tarde, se casaría en primeras nupcias el 13 de Mayo de 1931 en la Parroquia de San Marcelo de Lima - Perú, con la Srta. Blanca Luisa Dillon, naciendo de esta primera unión sus hijas: Mildred, Doris y Lilian. Por aquella época continuó mostrando el carácter reservado y analítico que siempre lo caracterizó, en contraposición a algunos de sus hermanos, quienes mostraban mas bien un carácter mas abierto y expresivo (típico de los italianos). Así, de modo autodidácta, inició una investigación personal en áreas tan disímiles como la medicina humana y los idiomas, aprendió a hablar y escribir en ruso tan solo con la ayuda de un diccionario, ello con la intención de poder leer bibliografía especializada e intercambiar correspondencia con un médico ruso pionero en ciertos estudios de cardiología en los que estaba interesado.

Años mas tarde, y luego de una separación con su primera esposa, César A. PERA Balestra se desposaría en segundas nupcias a fines de la década de 1950 con la Srta. María Nelly Cáceres Gamino, y fruto de esta segunda relación nacerían sus dos últimos hijos: María Roxana, y César Federico (César PERA III), con quienes viviría hasta su prematuro fallecimiento. Otra muestra de esta singular actitud de constante exploración por las diversas ramas del saber científico, nos refiere que en el año 1967 un grupo de ingenieros peruanos se mostraban entusiasmados por establecer la sección peruana del reconocido Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE - Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos) que fuere fundado en los Estados Unidos de América por nada menos que los archifamosos inventores Thomas Alva Edison, Alexander Graham Bell y Franklin Leonard Pope, y que celebra este año sus 125 años de creación. Para ese año, en todo el Perú no existían mas de veinte ingenieros miembros de la citada IEEE, por lo que la tarea de cumplir con todos los requerimientos que solicitaba la matriz cuya sede se ubicaba en la ciudad de Nueva York, era un tanto una tarea dificultuosa; y en ello se hallaban abocados cinco ingenieros cuando recibieron la visita de otro ingeniero miembro de la IEEE que en solitario había estado comunicándose con la central del mencionado Instituto, para formalizar la creación de una sede peruana para dicho importante organismo, encargado de desarrollar las nuevas tecnologías que habrían de imperar en el mundo del Siglo XX en adelante, y gracias a las cuales podemos gozar de lo que hoy llamamos "modernidad", desde la energía eléctrica y el teléfono, hasta las computadoras, televisores, cine, satélites, naves espaciales, teléfonos celulares y diversas máquinas utilizadas en la medicina humana. Dicho ingeniero que venía recabando dicha información, era César Antonio PERA Balestra, uno de los primeros miembros en el Perú del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos estadounidense; y fue justamente César A. quien ya había recibido de la misma sede central del IEEE los formatos y la información de los requerimientos para conformar y establecer una sucursal de dicha Institución en el Perú, por lo que el trabajo que venía realizando dicha pequeña comitiva se aligeró y dio el gran salto para la creación final de la sede peruana.

En nuestro país el número de socios IEEE no alcanzaba el número mínimo (cuarenta, siendo tan solo veinte), por lo que la dirección regional de dicho organismo decidió revisar su reglamento y aprobar la postulación de países en regiones geográficas con escasa cantidad de miembros. Así finalmente, con el brillante apoyo entre otros de César A. PERA, se pudo establecer la sección peruana del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos estadounidense, el 03 de Noviembre de 1967, de la cual él se convertiría en Vocal de la primera Junta Directiva elegida en Febrero de 1968 por sufragio de sus miembros. Dicha noticia se tomó con suma alegría por parte de este grupo de pioneros en la tecnología del Perú, quienes se reuniero en el Restaurante Gianino, sembrando así las bases para el mayor desarrollo de la ingeniería en el país en sus diversas áreas de estudio, así como de la tecnología, avances de los cuales podemos disfrutar en la actualidad. Dicha información se puede revisar en los links siguientes:

A lo largo de su vida, César Antonio PERA Balestra mostró siempre una especial vocación por hallar una explicación analítica a las diversas cosas que presenciaba, no era extraño según me contaba mi padre (su hermano, con quien pese a la gran diferencia de edad que los separaba -dieciseis años- siempre mantuvo una relación bastante cercana no solo de familiaridad sino sobretodo de amistad) encontrarlo inmerso, abstraído, en una ruma de libros realizando algún estudio pormenorizado respecto de un tema que había llamado su atención, desde una novedad tecnológica hasta un descubrimiento científico, pasando por la lectura de lo mas selecto de creatividad literaria mundial, podía pasarse horas releyendo, profundizando, analizando, para luego obtener una conclusión al respecto.

Quizás una de las mayores preocupaciones que tuvo, y que lo motivó a involucrarse de lleno en el tema, fue la hipertensión arterial que se había llevado tanto a su madre en 1947, como a su padre en 1951. Según me refirió una vez su hijo, habían días en la que se podía pasar un par de horas sentado en soledad, en la sala de su casa, muy pensativo y observando la palma de su mano como tratando de hallar una explicación a algún problema que lo afectaba. Dicho tema que lo preocupaba, era la hipertensión arterial y la cardiopatía hipertensiva que padecía. Según le indicó en una oportunidad a su hijo, César A. pensaba por aquellos años que dicha enfermedad cardíaca y la consecuencia lógica de la misma, el ataque cardíaco, se podía manifestar físicamente tiempo antes de suceder, con un dolor intenso en el brazo e incluso con un cambio en el color de las palmas de las manos debido al transtorno sanguíneo generado por el desbalance hipertensivo. Décadas mas tarde, se descubriría que uno de los síntomas mas comunes, entre otros, antes de que se produzca un ataque cardíaco es el dolor comúnmente sentido en el brazo izquierdo.

Por lástima, pese a haber tenido esta idea por aquel tiempo innovadora (a mediados de la década de 1960), ello no lo pudo salvar de sufrir un ataque al corazón fulminante, que lo haría fallecer el día 22 de Marzo de 1973, a los 63 años de edad, cuando aún gozaba de una gran vitalidad intelectual y física, y con un futuro de al menos quince años mas en los que pudo haber continuado desarrollándose en el ámbito de la investigación científico - ténica que tanto lo apasionaba. Actualmente, en mi familia de la rama PERA existen ya cuatro generaciones de que mantienen como un lazo firme con nuestro pasado, uno de los mas apreciables legados que nos pueden dejar nuestros ancestros, un nombre digno, íntegro, que debemos encargarnos las nuevas generaciones de mantenerlo así, para ofrecerlo posteriormente, a quienes les demos la posta. Cuatro generaciones que ostentan el nombre de César PERA, y que espero sea algo que se pueda prolongar por muchas generaciones mas, ya que en el consta uno de nuestros mas importantes lazos con el pasado familiar, y es de alguna manera, un modo de rendir un pequeño tributo a la memoria de nuestros antepasados.

El día de hoy, 09 de Setiembre de 2009, mi tío, Don César Antonio PERA Balestra, cumpliría un siglo de nacido, por lástima dada su prematura muerte yo no lo pude conocer; no obstante, a través de sus hijos (mis primos) y su hermano (mi padre), pude llegar a formar de algún modo una "relación" de admiración y respeto por él, tanto en su vida privada (honesta, leal, dedicada siempre al trabajo y a su familia), como por su vida profesional e intelectual, plagada del "germen" de la investigación y constante búsqueda de respuestas respecto al mundo en el que vivimos y la manera en la que podemos hacer del mismo un lugar mejor y mas cómodo para los seres humanos.

¡Buon compleanno cento zio!

jueves, 20 de agosto de 2009

Sobre una hipótesis de un origen cripto-judío del apellido PERA - Parte II: Se comprueba la falsedad de esta suposición

(Imagen Nº 1 tomada de: http://www.turismoporespana.com.ar/wp-content/uploads/2008/10/rollo-museo-sefardi.jpg)

Luego de haber repasado algunos aspectos importantes de la historia del pueblo judío de origen sefardí, y principalmente, de su cultura, tradiciones y migraciones a lo largo de los siglos como pueblo, es que puedo pasar a ofrecer al lector, aquellos elementos que en lo personal me hacen concluir que el apellido PERA en nada tiene mayor relación respecto a esta comunidad, salvo alguno que otro elemento que en suma, es también compartido por otras naciones y que es por lo tanto común no solo a los pueblos de origen semítico o arábigo, sino común a una buena cantidad de otras naciones europeas, africanas, asiáticas o americanas, debido al influjo del devenir histórico de la cultura de la humanidad. Varios son los elementos que algunas personas toman en referencia a la cultura sefardí y que relacionan luego con el apellido PERA, para así crear en mi opinión, un lazo erróneo de relación entre esta nación y este apellido, basándose en información que puede encontrarse incompleta o ser del todo poco ajustada a la verdad histórica.

Pasaré entonces a dilucidar cada uno de estos elementos uno por uno, según la información que al respecto he podido indagar y profundizar, para en base a los mismos, poder fundamentar clara y contundentemente, mi hipótesis personal respecto a la inexistente relación entre el origen del apellido PERA y su supuesta utilización por parte de judíos de origen sefardí, askenazí o de familias de judíos conversos de Europa.

a. Fuentes de creación de los apellidos utilizados por la comunidad Sefardí.

El primer tema a dilucidar aquí, es que la gran tradición onomástica hebrea (y que se ha mostrado predominantemente en la nación sefardí) ha sido la de ubicar el nombre propio del padre del sujeto como apellido del mismo, es decir, el uso más primitivo de los llamados apellidos patronímicos. Los apellidos patronímicos son una de las fuentes más antiguas de apellidos, tanto para Europa como principalmente para las naciones de procedencia histórica arábigo-semítica. Siendo así, se ha comprobado a través de la investigación onomástica tanto en España como en diversos países de Europa, que históricamente esta fuente de creación de apellidos (la patronímica) al ser de tan antigua usanza en la cultura judía, la misma influenció luego sobre las demás culturas europeas para la creación (a partir de nombres propios en la lengua autóctona e histórica de cada pueblo) de patronímicos, y en ese sentido se explica el florecimiento de la fuente patronímica de los apellidos, como una de las mayores formas de construcción lingüística de apellidos en el mundo europeo.

Tal es así, que al llegar los judíos al territorio geográfico europeo, y al diseminarse por el mismo, influenciaron en las formas de identificación de los sujetos (no debemos pasar por alto que históricamente las culturas que tuvieron y desarrollaron un mayor estadio cultural, con todo lo que esto implica, pero para el caso presente específicamente el lingüístico, fueron aquellas que se desarrollaron en el Medio Oriente, como los Sumerios, Babilonios, Asirios, Seléucidas, Egipcios, etc. todas las que influenciaron históricamente al pueblo que finalmente se conocería como judío) de las naciones allí presentes, a las que llevaron no solo nuevas formas de expresión artística, religiosa o científica, sino además nuevas expresiones en su lengua nativa, procedente de la ancestral mixtura forjada en la península arábiga. Históricamente, se habla de un influjo Visigodo en la formación de los apellidos patronímicos de la proto-España, allá por finales del siglo V d.C., cuando dicho pueblo conquistó la península ibérica, donde por cierto ya existían asentamientos judíos sefardíes así como romanos -quienes dominaron y repoblaron la zona bajo sus costumbres desde el siglo I d.C.-, por lo que de dicha investigación se puede concluir que probablemente los Visigodos hallan creado apellidos patronímicos con nombres propios de su lengua a semejanza de los patronímicos utilizados por los sefardíes y los romanos (estos últimos quienes también vieron influenciada la creación de su Tria Nomine, por los pueblos arábigos-semíticos que antes de la era cristiana ya habían conquistado). Era común entonces, que para el año 1563 en que finalizó el Concilio de Trento -asamblea religiosa en la que la Iglesia Católica por actuación del Cardenal español Francisco Jiménez de Cisneros aportó la idea de la obligatoriedad de inscribir a los recién nacidos bajo la fe cristiana católica en un registro bautismal con nombre propio y apellido único hereditario-, muchas familias del rito religioso católico-apostólico-romano tuviesen apellidos con base en la fuente patronímica, que mas tarde plasmarían en sus registros bautismales.

Por ello, se sabe que desde el siglo XI d.C., proliferaron en buena parte del territorio europeo, y específicamente en los dominios hispanos, los apellidos patronímicos con origen en nombres propios visigodos o de influencia anterior romana, tales como Rodríguez (derivado de Rodrigo, que a su vez se origina en el nombre propio godo Hrodric que significa "caudillo famoso"); Fernández (derivado de Fernando, originado en el nombre propio godo Firthunands que significa "el audaz que mantiene la paz"); González (derivado de Gonzalo, que se origina en el nombre propio godo Gundhinallf que significa "preparado para luchar"); o Enríquez (derivado de Enrique, que se origina en el nombre propio godo Heinrich que significa "el señor de la casa"), entre otros. Como se aprecia, estos patronímicos se construyeron a partir de nombres en lengua goda unidos al sufijo -ez, para algunos de origen latino y para otros de origen euskera. En todo caso, lo que se aprecia es que tal como los sefardíes y los árabes de Hispania utilizaban los patronímicos con los prefijos: Aben-, Bar-, Ben- o Ibn- para indicar "hijo de" (ejemplos son los apellidos Aben Ezra, Bar Zohar, Ben Yusef, Ibn Malka, Benchimol, Bar Nathan, Abenader, Ibn Shaprut), los hispanos de orígenes romanos o visigodos asentados en dicha zona geográfica crearon sus apellidos patronímicos utilizando una terminación lingüística que los distinguiera, a la misma usanza que los sefardíes y los árabes musulmanes que dominarían su tierra, y esta fue lógicamente el -ez.

Otra de las mayores fuentes de apellidos sefardíes, son los llamados apellidos toponímicos mayores, en sencillo, los apellidos tomados del nombre de la ciudad, pueblo, puntos cardinales o país al que pertenece el sujeto. Esta fue una gran fuente para la construcción de apellidos empleada por los sefardíes, y puesto que estos habitaban desde tiempos antiguos Hispania, tomaron los nombres de sus ciudades o pueblos para identificarse. Por ello, es común hallar apellidos sefardíes tales como: Toledo, Toledano, Alfasí (de la ciudad marroquí de Fez), Mizrahi (aquel que proviene del Este), Levanti (aquel que proviene del Este o Levante), Ávila, Córdoba, Franco, Capuano (de Capua), Israel, Alemán, Gallego, Girona, Alicante, Barcelona, Medina (Ciudad), Romano, Sevilla, Sevillano, Soriano (de Soria), Huesca, Jaen, España, Español, Ruso, Valladolid, Catalán, etc.

Aparte de estas dos fuentes mayores de creación de apellidos sefardíes, están otras fuentes menores tomadas de nombres propios, llamados Homonímicos, tales como: Alonso, Daniel, Zacarias, Guadalupe, Baltasar, David, Benito, Bermudo, Thomas, Hernando, Domingo, Abraham, Simón, Ximeno, Francesc, Yñigo, Costanza, Francisco, Tobías, Agusti, Suero, Abel, Franco, Álvaro, Susana; del nombre de oficios tales como: Kantor (Cantor), Cohen (Sacerdote), Candelero, Salador, Cordelero, Vaquero, Ballestero, Tejedor, Balsero, Maestro o Herrador; o derivados de palabras en su propia lengua ancestral como: Dayán, Serfaty, Levy, Sabach, Shetrit, Barcilay, Caim, Ezra, Baruch, Hamid, Ha-levi, Jacob, Mordecai, Shalom (paz).

Para mayor información respecto a los apellidos sefardíes, pueden revisar las siguientes páginas web que he encontrado con bases de datos bastante completas y principalmente, creíbles:
-http://www.tarbutsefarad.com/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=23&Itemid=57
- http://www.avotsefarad.net/busqueda.html
- http://www.sefarad.as/apell/apea.htm
- http://www.geocities.com/comjudiahonduras/origen.htm
- http://sefarad.rediris.es/

De este primer punto, puedo concluir que las mayores fuentes de apellidos sefardíes son la patronímica, toponímica, homonímica, la basada en oficios o trabajos y la basada en términos provenientes de la lengua ancestral hebrea, ya sea en puridad o con algunos cambios mínimos, como se puede apreciar en las diversas fuentes que he citado en el párrafo precedente.

b. La relación apellido con supuesto origen en el nombre de una fruta y los sefardíes.

Mucho se ha hablado respecto a la supuesta relación que existe de modo directo entre los apellidos con nomenclatura de fruta y un origen judío, concretamente sefardí; no obstante, no existe la más mínima real ligazón entre ambos conceptos de modo concluyente, ya que apellidos con nomenclatura de frutas los podemos encontrar en varias lenguas del mundo (inglés, español, portugués, alemán, francés, holandés y principalmente italiano, países históricamente cristianos), y su origen etimológico en casi total porcentaje nada tiene que ver con el pueblo hebreo, sea este de raíz askenazí o sefardí. El punto trascendental es, que apellidos cuyo origen etimológico es supuestamente el nombre de una fruta, no necesariamente se encuentran ligados a una historia de una familia judía, ya que por el contrario, la mayor cantidad de estos apellidos son portados por familias de distintos credos religiosos, y especialmente diferentes orígenes étnicos; que si hay sefardíes que los portan sí (aunque debo destacar que aquel no es el caso específico del apellido PERA), tal como una gran cantidad de sefardíes portan apellidos de neta fuente lingüística portuguesa (Pinto/pollo), española (González), italiano (Arditto), inglés (Silverman), alemán (Liebermann), francés (Pascal) o incluso árabe (Alcazar), ello debido a la mixtura que se dio en la península hispánica por casi ocho siglos, y a su diseminación luego de que fueron expulsados de iberia, y es tan simple, tal como que por dicho mismo tema (portar apellidos en lenguas ajenas a su nación) aquellas familias no dejan de tener un origen étnico judío-sefardí.

La fuente en cuanto al nombre de frutos para los apellidos sefardíes es en ese sentido, casi inexistente. Solo se encuentran unos cuantos ejemplos entre ellos y son los apellidos: Mora, Pereira, Higueras, Cereso y Piña. Respecto al apellido Mora, puedo decir que su origen se bifurca en el tiempo, ya que el mismo puede deber su origen ya sea al fruto del árbol del moral: la mora, o a un origen árabe-morisco, en tanto que fuere tomado de dicho pueblo por los sefardíes tras la invasión árabe a la península hispana en el año 711 de nuestra era; en este último caso configuraría algo así como un "gentilicio" en femenino para indicar la proveniencia de una persona, así los árabes musulmanes en territorio ibérico eran llamados por los españoles y sefardíes "moros", por lo que tal como existe el apellido Moro, también existe el apellido Mora que refiere en este caso a la mujer musulmana que vive en España. Esto último se puede corroborar al revisar la distribución actual de este apellido, que se ubica predominantemente en las provincias del centro y sur español, zonas que fueron dominadas por los moriscos y donde convivieron con los sefardíes.
(Ref. http://apellido.enfemenino.com/w/apellidos/apellido-mora.html)

Sobre el apellido Higueras, éste es un tanto más evidente en tanto al objeto en base al cual se dio su creación, ya que claramente no existe otra palabra en castellano a la cual atribuirle una posible función procreadora en este caso específico. Es así, que el apellido Higueras necesariamente tiene su origen en el árbol que produce el fruto del higo, la conocida como higuera. Respecto al apellido Cereso, el mismo mantiene un origen igual de claro que el apellido anterior, ya que debe su creación necesariamente al árbol del cerezo, del cual sale la cereza. Y finalmente, sobre el apellido Piña, puedo especificar que a su vez se le otorgan dos orígenes diversos aunque de cierto modo lingüístico relacionados entre sí; uno que habla de una derivación directa del nombre del fruto del árbol de la piña, y otro que habla de un posible muy antiguo origen derivado del término latino Pinus, más bien derivado del árbol del pino.

Aparte de los cinco apellidos utilizados por los sefardíes con relación al nombre de frutas brindados por mí como ejemplos, no se encuentra otra referencia a apellidos utilizados por judíos sefardíes derivados del nombre de árboles de frutos o frutas en sí, debiendo destacar que pese a que estos apellidos como bien he mencionado han sido utilizados por sefardíes, también los podemos encontrar en uso entre personas de religión cristiana (no conversos), los llamados "cristianos viejos", por lo que nuevamente debo efectuar la salvedad que no son apellidos netamente de origen y uso sefardí, sino compartido con españoles o portugueses de antigua raigambre, y que en absoluto tienen relación con el pueblo hebreo asentado en España.

c. Apellidos con supuesto origen en el nombre de una fruta en otras lenguas.

Es así que, también se encuentran diversos "apellidos de frutas", o cuyo onomástica aparenta deberse a una fruta en especial, en otros idiomas como ya he mencionado en párrafos precedentes, no siendo esta fuente menor de apellidos netamente de creación en lengua castellana. En inglés se encuentran los apellidos: Apple (manzana), Blueberry (arándano), Fig (higo), Lemon (Limón), Mulberry (mora), Orange (naranja), Peach (melocotón), Plum (ciruelo) y por supuesto Pear (PERA). En portugués los apellidos: Maçãs (manzanas), Cereja (cereza), Pêssego (melocotón), Romã (granada), Morango (fresa), Framboesa (frambuesa) y Pêra (PERA). En francés los apellidos: Cerise (cereza), Prune (ciruela), Framboise (frambuesa), Fraise (fresa), Figue (higo), Pomme (manzana), Mûre (mora), Raisin (uva), Banane (plátano), y asimimo Poire (PERA). En español los apellidos: Manzanero, Naranjo, Mora, Ciruelo, Cereza, Limón, Piña, Higueras y PERA, Peral, Pereda, Perales, del Peral. En alemán los apellidos: Apfel (manzana) o Apfelbaum (árbol de manzanas), Pflaume (ciruela), Erdbeere (fresa), Himbeere (frambuesa), Kirsche (cereza) o Kirshbaum (árbol de cerezas) y Birne (PERA) o Birnbaum (árbol de peras). Y sobre todo en italiano apellidos tales como: Arancia (naranja), Banana/Banano (plátano), Uva, Mela (manzana), Coco, Fico (higo), Limone (limón), Fragola (fresa), Pigna (piña), Ciliegio (cereza), Pruna (ciruela), Papaia (papaya), Mora, Pesca (melocotón) y el ya mencionado PERA.

Por lo que, como conclusión de este punto, tenemos que el uso del nombre de frutas o los árboles que las originan no es específico y único de la lengua española y en particular, de los sefardíes, sino que tal como muchas otras lenguas, estas han tomado prestado el nombre de algunas frutas para la creación de apellidos en torno a ellas en todas las culturas europeas más importantes, y en sus lenguajes, siendo por ello que la onomástica de dichos países no solo en cuanto a apellidos también se ve bastante influenciada por el nombre de algunas frutas sin por ello tener el más mínimo resquicio de ser un apellido judío per se.

d. La fiesta hebrea sefardí del Tu Bishvat.

El Tu Bishvat es una fiesta menor del calendario hebreo (su nombre viene del día de celebración de la misma, que es el décimo quinto día del Shevat), que ha sido celebrada por dicho pueblo desde hace muchos siglos. La tradición manda que se celebre esta tradicional fiesta el décimo quinto día del Shevat, pues que en ese día empieza a florecer la vegentación y entre ella florecen los almendros, lo que se celebraba con la plantación de árboles y de ahí que se le conozca a esta fiesta menos hebrea como la fiesta de la naturaleza. Es por ello que para su festejo la comunidad hebrea come en especial diversos frutos y frutas secas, para conmemorar un dñia de respeto a la naturaleza como manda la Torah. Se argumenta por algunos que en base a esta fiesta se podría pensar en una relación del apellido PERA (entendido como evocación de la fruta) respecto al pueblo hebreo que celebra un día en especial para rendir fiesta a la naturaleza y a los frutos que ella da al hombre, mas de ello solo se puede concluir que se trata de una fiesta comunitaria como muchas otras mas, en la que es elegido un tema en específico y que al mismo se le da el valor central; está la fiesta del Yom Kipur donde el tema es el ayuno, la abstinencia, la oración y no por eso vamos a creer que los judñios crearon apellidos con base en estos elementos por el respeto a esta fiesta.

e. Las frutas en la cocina sefardí.

Es muy conocida la gran tradición en la utilización de diversas frutas en la cocina sefardí, como uno de los ingredientes principales en los deliciosos potajes de la misma. Es sabido que entre otras frutas la PERA también es utilizada para crear diversos postres sobre todo de dulce, mas así también son utilizadas otras frutas como las uvas, los plátanos, las manzanas, los duraznos, las moras, etc., es decir, no existe un uso predominante en la cocina sefardí de la PERA, por lo que creer que en por el solo uso de una fruta en una cocina de una comunidad, región o población, eso ya crea una ligazón entre la fruta y la onomástica de aquellas. Es sencillo entender que la PERA podría ser una de las frutas predilectas (aunque en honor a la verdad no lo es) en la cocina judía sefardí, y que por solo aquel hecho ello no genera que la PERA sea un elemento non plus ultra para la creación de un apellido que la evoque. Por todo esto, me parece un poco "tirado de los pelos" pretender o creer que por el solo uso de una fruta en la cocina comunitaria de un pueblo, tal como se usan otros cientos de productos, no solo frutas, y que son mucho mas "tradicionales", ya aquel producto le va a dar nombre a un apellido como una fuente de creación, es posible porque los apellidos se crean también de aquel modo, pero es un tanto poco probable.

f. Rutas de emigración del pueblo sefardí tras la expulsión de España y Portugal.

Como he mencionado en la "entrada" anterior, los sefardíes vieron ejecutada su expulsión del Reino de España, el 03 de Agosto de 1492, el mismo día en que Cristoforo Colombo (Cristobal Colón) enrumbó hacia el Océano Atlántico en búsqueda de las costas de Cipango (Japón), hallando el que luego se conocería como Nuevo Mundo, América; ello debido al Edicto de Expulsión de los reyes españoles a todos los judíos o descendientes de judíos que habitaban dentro del territorio de su reino. Siendo así, dichos sefardíes españoles emigraron en esa fecha con distintos destinos, pero el grueso se dirigió a Portugal puesto que era un reino vecino, que ya contaba con una comunidad sefardí importante y que de cierto modo era "complaciente" con los judíos. El porcentaje restante de judíos sefardíes españoles emigró a territorios de los Balcanes (Macedonia, Serbia y Bosnia), a Europa central: Bulgaria, Rumania, a la tierra prometida: Palestina, unos tantos a Italia, otros a tierras lejanas donde pensaban estaban a mayor resguardo: América, otros a tierras distantes como: Marruecos, Libia, Egipto, Grecia (principalmente a Tesalónica) y sobre todo en gran cantidad a diversas ciudades del Imperio Otomano, y entre ellas a la antigua capital del Imperio Romano de Oriente, la ciudad de Constantinopla, que desde 1453 se mantenía bajo domino otomano. Tras la expulsión de los sefardíes de los territorios portugueses en 1497, el gran conjunto del pueblo sefardí (tanto españoles como portugueses) emigraron a Francia, Holanda, Alemania, Polonia; así como nuevamente a Italia, América, Grecia, Marruecos y a la actual Turquía, donde se les acogió debido a sus conocidas artes para amasar rápidamente fortunas, y creyendo que con ello mejoraría el nivel económico y social de aquellos reinos.

Es de esta manera, que en España y Portugal, para inicios del siglo XVI se puede decir que casi la totalidad de judíos sefardíes fueron expulsados de la península ibérica, y aquellos que se quedaron, fueron obligados a convertirse al cristianismo incluso debiendo cambiar sus prácticas religiosas así como sus nombres y apellidos por unos "cristianos", cosa que algunos cumplieron cabalmente, y otros no (a estos últimos se les llamó marranos o judaizantes).

La conclusión de este punto, es que los apellidos sefardíes ya se encontraban creados y siendo utilizados por los mismos para el siglo XVI, por lo que al partir o emigrar a las nuevas tierras ante su expulsión de Hispania, los sefardíes no necesitaron crearse nuevos apellidos dado que su condición de judíos fue evidente y como tales los recibieron en los países donde ingresaron y se establecieron, por lo que la creación y uso de apellidos como el particular, PERA, no era necesaria bajo ningún punto, ya que no tenían nada que encubrir conociendo bien sus anfitriones cual era su credo. Asimismo, respecto a aquellos que se quedaron en tierras hispanas, ellos si debieron cambiar sus apellidos por unos de claro origen cristiano, y que incluso denotaba ex profesamente su anterior origen judío, su conversión como "cristianos nuevos", pasando a utilizar diversos apellidos tales como: Cruz, de la Cruz, Santafé, Santa Cruz, Santana, Cruces, Santamaría, Sanjuan, Iglesia, etc., apellidos que claramente denotaban su antiguo y real origen, por lo que es más que poco dable (casi un sin sentido) la posibilidad de adoptar o permitir por parte del párroco cristiano bautizante, la imposición de un apellido como PERA al hebreo converso, que no denota un origen sefardí y que por lo mismo era "inservible" para dichos propósitos, desde aquella época necesitados y por ello mismo, implantados por la Inquisición española.

g. El apellido PERA y su relación con el apellido Perera, Peral, Perales, Pereda, Peralta y los apellidos sefardíes Pereira y Perahia.

El apellido PERA como ya he explicado a lo largo de las "entradas" a este blog, se le atribuyen varios orígenes. Unos hablan de un origen antiguo en los picapedreros que construían las calzadas romanas, llamados los Pietraioli, quienes ante la posterior persecución sufrida por parte de las autoridades romanas, se dispersaron por todo el Imperio, trocando su apellido y sincretizándolo en el término PERA para no ser objeto de represalias, pasando a usar como apellido un derivado del vocablo Pietra=piedra. Ello también se maneja como opción múltiple en la toponímia española y portuguesa, que para algunos pueblos maneja el mismo origen, en un pueblo asentado sobre un terreno rocoso, pedregoso, sobre la piedra y un derivado de ello sería PERA, ejemplos son los pueblos de CapdePERA, La PERA, Armação de PÊRA, Vila La PÊRA, PÊRA do Moco, PÊRA Velha entre otros. Algunos -catalanes- también hablan de un posible origen del apellido en el término feminino del nombre catalán Pere/Pero traducción del nombre latino Petrus, y castellano Pedro que significa igualmente piedra. Para dicha concepción, el apellido PERA sería una traducción en lengua catalana para el término Piedra. Cabe destacarse a su vez, que en la antigua ciudad de Constantinopla, existió un distrito construido a las afueras de la misma, sobra las colinas que cruzan el Cuerno de Oro, donde se instaló la colonia genovesa afincada en esa zona, dicha colonia se llamó PERA, y estaba gobernada y administrada en todos los ámbitos (judiciales y económico-sociales) netamente por funcionarios enviados por la propia Serenísima República de Génova.

Teniendo en cuenta esto, podemos apreciar que para la mayoría de investigadores renombrados en cuanto a la investigación del origen de diversos apellidos tales como los italianos Giovanni Alessio, Angelo Bongioanni, Gutierre Tibon, el francés Jean Tosti, o el estadounidense Joseph Guerin Fucilla, indican contundentemente que el apellido PERA es un apellido toponímico, es decir, tomado del nombre de un lugar, y si bien es cierto que aquel es el origen que en su mayoría le atribuyen estos renombrados investigadores lingüísticos, cabe un resquicio menor para atribuirle un origen secundario, que vendría ser atribuido al fruto del árbol del peral, ya sea porque una familia vivía cerca a un cultivo de perales, o porque ellos mismos cultivaban esta fruta o porque comerciaban con la misma, y en ningún caso identifican a este apellido como uno de origen sefardí o siquiera judío.
(Mayor información al respecto se puede leer en: http://www.jtosti.com/noms/p3.htm)

En contraposición, estos mismos autores indican que los apellidos: Perera, Peral, Perales, Pereda entre algunos otros, hacen una alusión más precisa y directa a un origen único hallado en el árbol del peral, y en ello radica su diferenciación con el apellido en estudio: PERA, que es de origen toponímico. Así también, existen dos apellidos de este rubro: Pereira y Perahia, cuyo origen sefardí por el contrario es altamente conocido y publicitado, y que algunas personas atribuyen en el solo parecido ortográfico con dichos apellidos, un origen sefardí para el apellido PERA. El apellido Pereira, significa árbol de peras o árbol del fruto del peral, si bien es un apellido de origen español gallego, debido a la cercanía geográfica con Portugal, se ha diseminado asimismo en dicho país. Actualmente se le puede encontrar difundido en el norte y sur de España, habiendo sido un apellido utilizado (aunque no en demasía) por judíos sefardíes, como se puede corroborar en las listas ofrecidas en los enlaces de los párrafos precedentes, en ese sentido el origen de este apellido es pues evidente, y de esta manera se distancia de la fuente de creación del apellido PERA.

Respecto al apellido Perahia, este es sin duda uno de los apellidos sefardíes mas enigmáticos, ello pues su construcción gramatical no da mayores luces respecto a una posible hipótesis de formación al menos en la lengua castellana ni en otras lenguas ibéricas. No obstante ello, he hallado una posible explicación para la creación de este apellido, una fuente que como podremos ver solo comparte con la fuente del apellido PERA, en tanto a que ambas se deberían a una posible toponimia. Una primera hipótesis habla del nombre de un escritor del Talmud llamado Yehoshua Ben Perahia (Josué de Perahia), a quien se podría deber la posterior diseminación de este apellido. No obstante, encuentro más posible una segunda hipótesis, que refiere a que en griego ha existido la palabra Περαία, traducida al latín como Peræa; la cual significa "el lugar cruzando un pasaje", usualmente cruzando un mar o una ciudad, aunque se pueda referir a una multiplicidad de sitios geográficos y que traducido al castellano se escribe Peraia, término muy similar al apellido Perahia. Podemos encontrar referencias a esta toponimia en la Villa Peraía perteneciente a la actual Prefectura de Pella en Grecia (se debe notar que el acento en la letra í genera en la pronunciación una fonética muy similar a la del apellido Perahia, donde la letra h actúa fonéticamente como una letra j, típico cambio fonético del idioma hablado por los sefardíes : el ladino). Asimismo se encuentra también en Grecia, pero esta vez en la Prefectura de Tesalónica, la Villa de Peraia, como bien se sabe al ser expulsados los sefardíes de España y Portugal, emigró un extenso número de los mismos a Tesalónica en 1497, estableciendo una colonia que se asimilaría a otra de judíos llegados siglos antes, y con la que compartiría pronto, ello podría explicar el posterior uso del apellido Perahia por parte de sefardíes. En todo caso, esta es una hipótesis mía respecto al posible origen de este apellido y de este modo, su diferenciación evidente con el apellido PERA, para este caso pues solo se trata de una casualidad ortográfica que se explica en que ambas toponímias vienen del idioma griego, de la palabra Pera/Peraia con significado en castellano "cruzando ..." (puede ser un campo, un río, una colina, cualquier obstáculo geográfico). Entonces atribuir un origen sefardí a un apellido solo por un parecido ortográfico es algo completamente errado, ya que dentro de la amplísima lista de apellidos cuyo prefijo es Pera-, existen: Peracki (polaco), Peracovich (eslavo), Peradottir (islandés), Peracchi (italiano), Peradze (armenio), Peragoy (vasco), Perahouse (inglés), Perakakis (griego), Perakovic (croata), Peralsky (polaco), Peralta (español), Perarnau (catalán), Peragowitz (polaco), etc. y no por ese simple hecho le vamos a tribuir seriamente tal o cual origen al apellido en castizo PERA.

En consecuencia, tenemos como conclusión a este punto que es errado atribuir un origen sefardí al apellido PERA por el solo hecho de un parecido ortográfico con los apellidos Pereira o Perahia, pues las raíces de donde se originaron estos, se ha comprobado son disímiles.

h. Relación del distrito de PERA en Constantinopla con los sefardíes expulsados de Hispania.

Como he mencionado, al expulsar a los sefardíes de España y Portugal muchos emigraron al Imperio Otomano, el destino favorito fue la ciudad de Constantinopla, su capital y antigua "reina de las ciudades". Los sefardíes que se establecieron allí fueron en número significativo, mas se debe destacar que en ningún documento consta que se hayan instalado en el distrito de PERA. Como he mencionado muchas veces a lo largo de este blog, el distrito de PERA en Constantinopla fue uno otorgado a los mercaderes genoveses en el año 1273 por parte de Miguel XVIII Paleólogo (1225-1282) por medio del Tratado de Ninfeo, con calidad de colonia y como distrito independiente por lo que los genoveses implantaron sobre el mismo sus leyes y su administración tanto económica, como social y judicial, enviaron toda clase de funcionarios que ayudaron a la creación de una colonia autosuficiente y autónoma del Imperio Bizantino y que funcionó así por casi dos siglos, desde la que los genoveses además controlaban a las otras colonias genovesas de la zona como la de Kaffa, Trebisonda, Quíos, Jaffa, Alejandría, etc. Como también he mencionado en la "entrada" anterior, la República de Génova nunca aceptó ni permitió el asentamiento de judíos fueran de origen sefardí o askenazí en los territorios de su República, ni en ninguna de sus colonias de ultramar, por ello, existen múltiples referencias respecto a que los genoveses no recibían con buen ánimo a los viajeros de procedencia hebrea, obligándolos a retirarse de sus dominios con premura. Ello se ratifica en que el 02 de Abril de 1550 la República de Génova expulsó oficialmente por decreto a todos los judíos afincados en sus territorios (expulsión que luego se reiteró de modo definitivo y enfático en 1567), por lo que la totalidad de los judíos sefardíes y askenazíes afincados en dichas tierras se vieron obligados a emigrar a distintos lugares aledaños a los dominios genoveses. Resulta entonces inverosímil absolutamente, que los genoveses asentados en la importantísima colonia de PERA en Constantinopla, permitieran el ingreso a su colonia de individuos sefardíes, ya que: 1. siempre les negaron por todos los medios el establecimiento en tierras de su dominio; 2. obviamente mas negado les estaría aún a los sefardíes asentarse en una colonia de tanta trascendencia e importancia como lo fue PERA para todo el comercio genovés del límite entre Europa y Asia (oriente y occidente) y 3. siendo la orden de expulsión de los hebreos de tierra genovesa una directiva y decreto específico y directo, por lo que los funcionarios genoveses de PERA difícilmente se negarían a rechazar dicha disposición de su gobierno central. Al caer Constantinopla, la República de Génova envío dos cónsules quienes se encargaron de negociar con el Sultán Mehmed II la nueva situación política de las colonias genovesas ahora en tierras del Imperio Otomano, y principalmente de la colonia de PERA. Así, lograron diversas prerrogativas a cambio de pagar un alto tributo, entre las que estuvo el poder permanecer en dicha colonia por el espacio de tiempo que les tomase enajenar sus bienes para retornar a territorio genovés. Y tal fue la manera en la que ello sucedió, con el pasar de los años los genoveses regresaron a su tierra y dicho distrito de PERA pasó bajo el total dominio turco-otomano, en ninguna fuente de información se habla de que aquel territorio haya pasado a manos judías sefardíes.

Teniendo en cuenta esto se puede concluir de este punto que, los genoveses nunca vieron con buenos ojos el establecimiento de judíos sefardíes o askenazíes en sus tierras, expulsándolos de las mismas cada vez que pudieron y oficializándolo por decretos en el siglo XVI, tal que resultaría en alto grado erróneo creer que se les permitió ingresar a la colonia genovesa de PERA, por lo que pensar en una posible relación entre el apellido PERA originado en dicha colonia xeneize como fuente de un supuesto apellido PERA para su uso por familias de la comunidad sefardí, es altamente, por no decir totalmente, improbable.
i. El supuesto origen judío de los apellidos en la actualidad.

Para terminar esta enumeración de elementos, debo precisar algo, y es que luego del intenso estudio que en particular he realizado sobre numerosos apellidos a propósito de un libro sobre el origen etimológico e histórico de los mismos que vengo realizando, he podido notar una moderna preocupación por intentar hallar rastros de un origen judío sea askenazí o sefardí (aunque predominantemente este último) entre personas de apellidos hispanos. No se cuál sea el Leit Motiv de esta actitud o conducta, el pretender forzar las cosas para dirigir las investigaciones netamente a "sembrar" o atribuir un origen judío sefardí en la familia a través del apellido. No sé a ciencia cierta si se debe a algo orquestado por las propias personas que sin tener ningún indicio de este tipo pretenden por todos los medios engañar y atribuirse un origen de este tipo, o si dicha intención es más bien orquestada desde esferas sociales israelíes que pretenden hacer creer a buena parte de los que investigan los orígenes de sus apellidos, que los mismos son hebreos. Lo cierto, es que el pueblo sefardí utilizó en gran porcentaje los mismos apellidos de procedencia lingüística hispana (española o portuguesa) que los demás habitantes de la península ibérica también utilizaron, tal como los askenazitas utilizan apellidos de origen etimológico alemán, inglés, francés o eslavo; por lo que quizás la única respuesta ante ello que se me ocurre es que debido al auge de la economía y sociedad hebrea desde mediados del siglo XX con la formación del Estado de Israel, y los beneficios que para los judíos ello ha acarreado política, social y económicamente, es que tantas personas que no tienen dicho origen, hacen todo lo posible por atribuírselo, creyendo que con ello van a poder obtener ciertos beneficios.

No dudo que algunas personas si efectúen tal búsqueda con una verdadera conciencia de indagar en el real origen familiar teniendo a los sefardíes como una hipótesis, pero creo que estos son los menos, y que muchos solo buscan entramar las cosas, enmarañarlas para así poder decirse descendientes de la comunidad sefardí con algún interés soterrado ya sea de cierto prestigio o mejora económica. Lo cierto es que si todos los que se dicen descendientes de sefardíes lo fuesen, ello daría como resultado que más de la mitad de la población actual española, portuguesa y latinoamericana fuese descendiente de judíos, y ello es imposible ya que se estaría olvidando que los sefardíes efectivamente fueron una comunidad numerosa en Hispania, ello es cierto, pero siempre fueron una minoría respecto a la demás poblaciones afincadas ahí y cuyos orígenes eran diversos pero que compartían una misma religión: la cristiana; fueron una comunidad numerosa, pero frente al resto de comunidades (cristiana y musulmana) fue una minoría.

Conclusión.

Finalmente entonces, puedo concluir que del estudio de todos estos elementos y de su investigación profunda, el apellido PERA no es en mi concepto uno de origen o si quiera utilización por parte de individuos pertenecientes a la comunidad sefardita y menos aún, a la comunidad askenazita, el argumento de que evocando el nombre de una fruta ya se le deba atribuir un origen judío sefardí a dicho apellido, es en mi concepto una percepción y conjetura altamente desinformada, poco ajustada a la verdad y ello quizás se deba a la falta de fundamento en una correcta investigación lingüística, seria y contundente, que de luces verdaderas sobre el origen los apellidos aquí tratados. Que existen apellidos con nombre de frutas entre los sefardíes, existen, pero tal como he comprobado también lo existen en todas las demás lenguas habladas en Europa continental en sus diversas traducciones, por lo que ello implica que es un apellido de creación frecuente en dichas lenguas y no es propio siquiera de la cultura española, portuguesa y menos aún, sefardí, es simplemente una fuente mas de apellidos en todas las naciones europeas. Asimismo se ha comprobado que las fuentes mayores de creación de apellidos sefardíes ha sido la patronímica, la toponímica y la homonímica o basada en las funciones de oficio o profesión de los sujetos, siendo la fuente en nombre de frutos o árboles de frutos, una fuente evidentemente minúscula en porcentaje. En conjunto, el porcentaje de familias de origen hebreo-sefardí con apellidos que hacen referencia lingüística a frutas o árboles de frutas, es ostensiblemente menor que las otras fuentes de apellidos, como la patronímica, la toponímica, la homonímica (nombres propios), o los apellidos derivados de oficios o profesiones. Por lo que podemos observar que el nombre de frutas NO ha sido prácticamente una fuente utilizada para la creación de apellidos entre los miembros de la comunidad serfadí, tan solo cinco apellidos del total de los mas de 2000 apellidos que utilizan los miembros de esta comunidad, y mas teniendo en consideración que además son apellidos de origen lingüístico no hebreo y que son compartidos con familias de origen comprobado cristiano-católico, no hacen sino ratificar en cuanto a este elemento en particular mi posición respecto a que el apellido PERA difícilmente provenga o tenga un origen hebreo sefardí, por el solo hecho de derivar en suposición -ya que como he comprobado en anteriores "entradas" existe toponimia de varios lugares de España y Portugal con el nombre PERA- del nombre de una fruta.

A su vez, el apellido PERA comparte una raíz ortográfica con otros apellidos en distintas lenguas, y con algunos utilizados por los sefardíes, pero como se evidenció ello no implica que exista una relación necesaria entre ambos apellidos, la puede haber, pero ello no es un imperativo, tal que PERA se puede deber a una toponimia española, portuguesa o turca, y Peral simplemente al árbol del fruto de la PERA, tienen iguales significancias pero distintos orígenes. Los sefardíes fueron expulsados de Hispania y viajaron a distintos países en los que formaron colonias importantes en cuanto a su actividad económica y cultural, no obstante volvieron pronto a ser expulsados y así se mantuvo ello por varios años, en particular en cuanto a las colonias italianas estas que eran venecianas y genovesas no permitieron el asentamiento de colonos sefardíes en sus tierras. Por último, debo argumentar que como he dicho, actualmente existe una euforia por atribuir un origen sefardí a apellidos de neta raigambre hispana, los motivos me parecen netamente de obtención de cierta distinción por un mejor status socio-económico, ya que los apellidos hispanos son altamente repetidos en las repúblicas madre y sus ex-colonias, quizás se deba a un afán de diferenciamiento, lo cierto es que muy pocos de aquellos con apellidos hispanos que dicen ser descendientes de sefardíes lo son realmente, me arriesgaría a decir que el porcentaje es en ese caso mínimo, ya que como toda comunidad judía, los sefardíes también han sido como comunidad bastante cerrada, por lo que la mezcla con individuos que no profesan su religión ha sido muy escasa, y peor aún hace 500 años o más.

Por todo ello, he de concluir esta "entrada" dando mi opinión luego de investigar a profundidad varios aspectos de la hipótesis de un posible origen cripto-judío del apellido PERA, y puedo concluir que no existen fundamentos ni base sólida en la que nos podamos apoyar para sustentar dicho supuesto origen, no hay información que diga lo contrario ni existen elementos históricos ni lingüísticos que nos lleven a argumentar que el apellido PERA haya sido utilizado por familias de la comunidad judía sefardí, por lo que un origen hebreo de las familias que actualmente portan dicho apellido es en mi opinión sino absoluta, al menos altamente improbable. Pese a ello, no puedo decir que ello es algo concluyente, por lo que si usted estimado lector, conoce alguna información o tiene alguna fuente en la cual se pueda apoyar para argumentar lo contrario, le pido me la haga llegar para corroborarla, y quizás con ello deba cambiar drásticamente mi percepción y opinión al respecto.
 

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